Todo lo que vivimos diariamente crea lo que llamamos nuestra realidad, pero es importante entender que lo que vivimos diariamente es producto de nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestro diálogo interno.
A pesar de todo lo que puede estar pasando en el exterior o en el mundo, tu realidad es la que tu creas, es decir, sabemos que en el mundo hay guerras, hambre, enfermedades, calamidades, crimen, tantas cosas que pueden agobiar nuestro existir, sin embargo, ¿cuál es la realidad que vives tú?, ¿hay guerra en tu casa? o ¿hay hambre en tu casa? ¿Qué es lo que realmente hay en tu vida? Porque muchas veces nuestra realidad es mucho más hermosa de la que podemos percibir, pero la opacamos porque no nos enteramos de nuestra verdadera realidad, ya que estamos muy ocupados mirando hacia afuera a lugares o situaciones que no tienen nada que ver con nosotros, pero que sí nos afecta o de alguna manera nos conmueve, pero ¿puedes con tu preocupación por lo que pasa en el mundo solucionar algo? ¿Está realmente en tus manos ayudar? O simplemente, ¿te contagias de las malas noticias para tener una excusa y no enterarte o crear tu realidad? La respuesta a estas preguntas podrá ubicarte un poco, descubrirás que la mayor parte del tiempo estás fuera de tu mundo, viviendo y sufriendo la realidad ajena, agotando la energía que necesitas para crear la tuya.
La invitación es a adentrarnos en nuestro mundo, un mundo que a veces ni conocemos, porque estamos fuera de él y dentro de uno al que no pertenecemos o peor aún, al que no le importamos. Si miras con cuidado y conciencia, te darás cuenta de que el mundo que ves afuera es el conjunto de la realidad de otras personas, la tuya es la que vives tú, lo que sientes, lo que piensas y la manera cómo te relacionas contigo mismo/a y los demás. Tu diálogo interno dice mucho de cómo vives contigo mismo/a, te has puesto a pensar: ¿qué te dices cuando te ves al espejo? ¿Qué opinas de ti mismo/a? ¿Gustas de ti? ¿Te sientes bien en tu piel? ¿Quieres cambiar algo? ¿Te gustaría ser como alguien más?
Piensa en todas estas respuestas y sacarás la conclusión de la vida que estás viviendo, ¿te das cuenta de cuántas bendiciones tienes en tu vida? o ¿estás más enfocado en lo que te falta? ¿Conoces tus fortalezas, tus talentos y tus dones? Y si es así, ¿los estás utilizando para crear tu realidad? O ¿están al servicio de ese mundo al que crees que perteneces? Debemos estar atentos y darnos cuenta a quién servimos y por qué o para qué, porque podemos estar perdiendo nuestra identidad o alejarnos de nuestra realidad por complacer o tratar de encajar en un mundo que no nos representa.
¿Cómo saber si estoy o no dentro de mi realidad?
Sencillo, piensa en qué tan satisfecho estás de lo que haces, qué tan claro tienes tu propósito de vida, qué tan orgulloso estás de tus logros o que tan claro tienes los objetivos que quieres lograr. Si nada de esto resuena para ti, entonces estás perdido en el mundo de otros.
Si quieres crear tu realidad, empieza por identificar qué quieres vivir, dónde te gustaría estar, qué trabajo, labor o profesión te gustaría realizar, encuentra dentro de ti tus emociones, cómo te sientes. El estado ideal del ser humano debe ser uno de bienestar, de alegría, de plenitud, si no estás ahí entonces, ¿qué necesitas para lograr ese estado de felicidad? Si la respuesta es algo externo o alguien más, ahí está tu problema, pues nada ni nadie puede suplir nuestras necesidades internas más que nosotros mismos, nuestra realidad radica en el interior de nosotros mismos y no en los demás.
Cuando entiendes que tú eres el dueño absoluto de tu vida, entonces tienes el control y creas tu realidad, tus pensamientos deben entonces convertirse en el foco de tu atención, de ellos parte todo lo demás. Recuerda que tus pensamientos te pertenecen y, sabiendo eso, sabrás también que puedes identificarlos y controlarlos, así como modificarlos, sin tener que pedir permiso, pues ellos son tan tuyos como tu propia piel, pero a pesar de ser tuyos, pueden jugar en tu contra si no sabes elegirlos, poder controlar lo que pensamos es una manera de tomar el control de nuestra vida y nuestra realidad.
Tu diálogo interno dice mucho de la realidad en la que vives, la manera cómo conversas contigo mismo o el control que tienes de lo que tu mente te dice. Si quieres poner tu vida bajo control, lo primero que debes hacer es poner tus pensamientos bajo control e identificar tus emociones, pues tanto unos como otros son los que hacen que vibres con la energía negativa o positiva, eso lo descubres simplemente identificando cómo te sientes. Si estás bien, tranquilo y armonioso/a, entonces estas vibrando alto. Si estás, agobiado, estresado, triste o malhumorado, estas vibrando bajo, ahora bien, todos en algún momento pasamos por todas estas emociones, el problema ocurre cuando permites que éstas se queden sin hacer nada para transformar tu energía, ahí es cuando te tornas negativo y pesimista, entonces tu realidad se transforma en eso que no te gusta, porque entre más pienses negativamente, más fuerza toman esos pensamientos y, por ende, todo lo que te pase serán cosas que te harán sentir mal.
¿Qué hacer para transformar la energía negativa en positiva?
Primero tomar conciencia de cómo me siento e identificar en qué estoy pensando, gastas la misma energía pensando positiva o negativamente, así que usa esa energía en cosas que te hagan feliz. Por ejemplo, piensa en algo que te guste mucho, algo que te haga reír o algo que quieres hacer, un lugar que quieres visitar, en fin, ¡solo haz el clic! sonreír, aunque sea de mentiras, funciona muy bien pues tu cerebro se lo cree y empiezas a producir dopamina, que es un neurotransmisor de felicidad, es muy simple trasmutar lo negativo en positivo, es poder revertir un momento de tristeza en uno de alegría solo con la imaginación, pues esta es mas poderosa que la inteligencia.
Una buena técnica para empezar tu día en una realidad más agradable es contar tus bendiciones, agradecer por todo lo que tienes, la gratitud produce dopamina, por lo que estar agradecido siempre traerá una energía positiva y seguramente traerá también cosas buenas que te hagan sentir feliz.
Espero que este texto te haya traído una luz en el camino para empezar a transformar tu vida en una de éxito, no es para nada complicado, es solo cuestión de conciencia y autoconocimiento, que en realidad se traduce en ponerte un poco más de atención a ti mismo y menos al mundo exterior.
Con todo el amor,
Maria Del Carmen López Giraldo.